Sognefjord el más famoso. Aquí sí que madrugamos, pero es que ya sabíamos que esta excursión es la joya de la corona y se llena de gente. Segundo asalto a los fiordos.
Mientras ponían las calles, nosotros avanzábamos hacia la estación de ferrocarril. El único habitante que vimos fue un gato, que muy simpático nos salió a recibir. Como somos previsores y ya vamos conociendo a los noruegos, en la mochila llevábamos además del chorizo, unos bollitos de crema y canela que son típicos de allí y que están muy ricos. En la estación todo estaba cerrado, la minicafetería estaba abriendo así que al menos un café pudimos comprar. Y entre el café, el bollito, y el banco que encontramos pudimos desayunar.
Ya llega el tren, ¡puntual claro!
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EL TREN DE FLAM
A Voss otra vez, y luego a Myrdal, una estación de ferrocarril pequeñita, mona y muy fría (que bien me vino el gorro que compramos ayer) para coger el famoso tren de Flåm.
Llegó en seguidita y como no había mucha gente, nos pudimos mover de sitio en sitio como quisimos. El recorrido dura aproximadamente unos 20 minutos todo cuesta abajo (evidentemente si lo hacéis al revés, que también se puede, es cuesta arriba).
LA CASCADA Y LA DANZARINA
Es muy bonito y en el transcurso de la bajada te paran unos minutillos en una cascada para hacerte una foto. Luego sale una danzarina al lado de la cascada, ataviada de vikinga bailando un par de minutos. La pobre con tanta mojadura tiene que tener un reuma colosal.
VUELTA POR EL SOGNEFJORD
Llegas a Balestrand, abajo, al lado del fiordo, aquí ya es más civilizado que el día anterior y puedes comprar algo de comer (he dicho comprar, no pararte a comer), souvenirs y hasta ir al WC. En el puerto te recoge un ferry que te da una vuelta por el Sognefjord, el fiordo más largo y profundo de Noruega. Es una pasada, una belleza, todas las montañas, y cascadas que vas viendo (aquí no tienen sequía). Por esto vale la pena venir hasta aquí, es magnífico.
STALHEIM
Hay una opción que te lleva en ferry hasta Bergen y otra que es más corto el paseo en barco, pero luego coges un bus que te devuelve al tren pasando por el espectacular Stalheimskleiva. Este fue un asentamiento y cuartel Nazi en la guerra, y de verdad que está bien escogido porque se divisa todo el valle.
Ya en el tren abrimos el famoso chorizo impregnándolo todo de un ligero aroma a éste. ¡¡¡Que rico !!!!
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