En este relato de Escocia podréis encontrar, castillos encantados, fantasmas, plagas de hormigas con alas, sonidos de gaitas, sorpresa de despedida y todo esto sin haber probado una gota de whisky.
Al principio tuvimos un poco de lío con los horarios de vuelo, lo solucionamos volando a Londres y allí cambiando de avión para Edimburgo. La verdad es que las escalas son un rollo pero que le vamos a hacer.
Tabla de contenidos,
Llegada a Edimburgo (Escocia):
El hotel estaba en el mejor de los sitios además, nuestra ventana daba a una plaza con restaurantes y pubs, y lo mejor en lo alto, el castillo de Edimburgo. Dormimos muy bien.
De vez en cuando abríamos los ojos un poco y ahí estaba la sombra del castillo con la luna detrás. ¡¡Que pasada!!, para resumir sólo faltaba el típico fantasma escocés con el kilt y una gaita.
Alojamiento:
Día 1 Edimburgo. Sus imprescindibles:
Edimburgo es mágico. Sus calles estrechas y también un poco mohosas hacen que tenga un encanto especial, un poco inquietante.
El castillo.
El castillo está en lo alto. En Escocia, casi todo está en lo alto. Está construido en lo alto de un antiguo volcán extinto.
No es un castillo a la española sino una serie de edificios que conforman el castillo. Al entrar hay una gran explanada y vimos unas gradas colocadas, en agosto se celebra el “Military Tatoo” un festival internacional de música, teatro y danza a través de desfiles militares y que por lo tanto cada año atrae a miles de espectadores.
Vamos esto es Escocia en estado puro, sonido de gaitas, ríos de whisky, fantasmas pululando por las calles de la zona e idiomas varios.
Es curioso, allí donde ahora se celebra este espectáculo, ardieron en la hoguera numerosas personas acusadas de brujería.
En el castillo puedes ver: El edificio en memoria de los caídos de la I GM. La capilla de Sta. Margarita. Y sobre todo la Piedra donde se coronaban a los reyes escoceses (piedra del destino). También las mazmorras. Y por último, el cañón llamado de la una, ya que a esa hora dispara una salva, todos los días.
LA LEYENDA DEL ESPÍRITU DEL TAMBOR
Dicen que este castillo es de los lugares mas embrujados de Escocia. Sobre todo en sus mazmorras se han producido supuestos fenómenos paranormales y la leyenda dice que cuando un peligro acecha al castillo, se aparece un espíritu sin cabeza golpeando su viejo tambor.
La Royal Mile y el palacio de Holyrood.
La “Royal Mile” es una calle larga donde hay comercios (unas bufandas preciosas, yo me lleve varias) y además te puedes comprar algún souvenir, llegamos al palacio de Holyrood (una de las residencias de la realeza). Por lo visto estaba el príncipe y no lo pudimos ver por dentro.
LEYENDAS DE HOLYROOD
Este palacio sobre todo dicen que está muy encantado. Parece ser que el marido de María Estuardo, que era un poco ligerilla, estaba lleno de celos, y en consecuencia mató aquí a uno de los amantes de la reina, a base de un montón de cuchilladas, y ahora éste no deja de aparecerse.
También parece ser que este palacio esta llenito de pasadizos secretos, incluso hay uno que le conecta con el castillo, sin embargo el guardia al que ordenaron bajar a los pasadizos y verificarlo, y que iba tocando una gaita, repentinamente, dejo de sonar y no volvió jamas.
en consecuencia algunas noches se oye el sonido de la gaita, quizá buscando la salida aun. Por lo pronto creo que han dejado de buscar.
Holyrood Park.
Seguimos caminando hacia Holyrood park, un parque inmenso, y en donde además pillamos una plaga de hormigas voladoras, había miles . Dicen que salen cuando va a llover, pues a tenor de lo que allí había, iban a caer las lluvias del Monzón.
El tour de los fantasmas.
En Edimburgo te ofrecen constantemente tours para ver las catacumbas de la ciudad. Por aquello del miedo y de los fantasmas. Curioso pero todos los tours eran principalmente en español. ¿Tendremos fama de que nos gustan los fantasmas?.
Calton Hill.
Si quieres tener una visión de la parte nueva de Edimburgo deberás de subir a la colina de Calton Hill.
El Parque de Princess Street.
Otra zona turística también es el parque de Princess Street, es muy bonito y te puedes hacer una foto con unos cardos tamaño familiar como nosotros. El cardo es el símbolo de Escocia.
Día 2 Linlithgow, y Stirling.
Linlithgow
Hoy cogemos el tren para acercarnos a un par de sitios. Primero Linlightgow, un lugar fuera de los recorridos turísticos, y tras eso Stirling, este si que es turístico.
La estación de Waberly es muy cómoda, hay gente para informarte como ir a los diferentes sitios. En nuestro caso además, la línea era la misma.
Así que paramos en Linlightgow, un pueblecito muy auténtico. Un castillo muy interesante, aunque un poco derruido, aquí es donde nació la reina María de Escocia.
Stirling.
El castillo está arriba de todo en el pueblecito y además según subes puedes ir viendo que tiene un casco histórico muy interesante.
Desde la estación de ferrocarril puedes subir andando al castillo. Hay también un autobús hop on hop of. Arriba, al lado del castillo, hay un aparcamiento bastante grande pero es muy normal que su uso esté restringido o que no haya sitio
Aquí se coronó reina de Escocia a Mary, siendo tan solo un bebe, y si bien nació en Linlightgow, fue trasladada aquí para estar más segura.
Puedes imaginar los asedios y batallas que tuvieron lugar entre ingleses y escoceses, por lo que no dejes de mirar los techos con sus caras que te observan. En frente, el monumento a W. Wallace.
Hay restaurantes y pubs por todas partes. Pero que no se te pase la hora porque acabas comiendo un bocadillo en la estación .
Día 3 St. Andrews
San Andrews. La cuna del golf.
El tren pasa por al lado de unos gigantescos puentes y por la costa, el viaje es muy bonito. Por fin llegamos a la estación y de allí hay que coger un bus hasta St Andrews, ya que este no tiene estación de tren. No es problema ya que espera en la misma estación.
Llegamos con un tiempo fantástico, un día brillante de sol y además con una estupenda temperatura.
Paseando por St. Andrew
Vimos la playa donde rodaron la famosa escena de carros de fuego, a mi me parecía estar oyendo la melodía.
Subimos por una calle llenita de unas escuelas universitarias con unos jardines y edificios preciosos. Arriba hay una ruinas de un castillo, con recreación de muñecos por dentro, que está un poco roto pero es chulo.
Vistas espectaculares.
Otro de los edificios antiguos es la catedral y museo (s XII), tiene una torre alta con unas estupendas vistas desde arriba y además está, adivinadlo….atravesando un cementerio con enterramientos de hace 1 ó 2 siglos aproximadamente, minuto más minuto menos.
Cuando atravesábamos el cementerio, de pronto de un día luminoso, surgió una espesa niebla que llegó, vino, y venció por que no se veía nada, todo era fantasmagórico. Lo curioso es que estuvo como unos 10 ó 15 minutos y luego …pasó. Volvió el día brillante. Que cosas pasan aquí.
Fuimos bajando por al lado del acantilado con una brisa marina, al lado de las gaviotas y con un fantástico olor a mar.
Repusimos fuerzas.
Al llegar abajo no nos resistimos y por lo tanto en una cafetería con terracita nos zampamos un muffin tamaño familiar.
Había que volver, pero St. Andrews realmente nos encantó.
La leyenda de St Andrews,
Según dicen hay un par de fantasmas que se han visto merodeando por la torre. Uno de ellos es un fraile y el otro una mujer pero nosotros no los vimos.
Día 4 Glasgow
Cosa rara con el tiempo tan bonito que había estado haciendo, el día amaneció un poco lluvioso. Yo creo que a Escocia le daba pena que nos fuésemos al día siguiente, bueno y a nosotros también.
Cogimos de nuevo el tren, esto ya es un clásico. A Glasgow no hay más de una hora desde Edimburgo.
En Glasgow lloviznaba un poco, por lo tanto nos fuimos directamente a la Universidad que tiene un claustro precioso. Allí grabaron alguna escena de Harry Poter.
El jardín botánico.
Entramos al jardín botánico que no nos pareció una cosa de echar cohetes y dimos una vuelta por la ciudad. Seguramente no escogimos los mejores sitios ya que Glasgow la verdad es que nos defraudó un poco. Curioso comimos en un restaurante que en la carta decía tener Italian sangría y “rissotto like paella”, menuda gaita, ¡vaya lío que tenían!
Nos despedimos de Escocia.
Era la última noche en Escocia y éste nos preparaba una sorpresa de despedida. Estábamos en la habitación y de repente cientos de fuegos artificiales iluminaban el castillo. Era la despedida del festival de verano o ¿era para despedirnos a nosotros? Con tantos fantasmas a lo mejor alguno se encariño de nosotros, quien sabe.
- Cerca de Stirling, están “los kelpies” unas esculturas inmensas que emergen del agua. Hay que tomar un bus especial.
- visitar la capilla de Röstlin.
- Nos quedamos con las ganas de ver a Nessie, entre otras cosas.
Pero seguro que a Escocia volveremos.
¿Fantasmas?, va a ser que no, pero y sí sí.
Por cierto si vais es recomendable revisar bien las fotos que hayáis tomado, por lo que pudierais encontrar…..nunca se sabe, ¿os habrá acompañado algún fantasma?. ¡¡No dejéis de decírmelo!!
Y colorín colorado este relato escocés se ha acabado. Bye, bye. ¡A seguir conociendo sitios!
A continuación podéis seguir viendo:
El Turista Impenitente – Escocia, gaitas, whisky y muchos fantasmas 2014
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