20 Anécdotas reales. Gracias y desgracias de unos turistas impenitentes. En todos los viajes suceden imprevistos, anécdotas y vicisitudes que no planeas. Algunas tienen su gracia y otras, no tanto. Todas las que nos van sucediendo te las vamos a ir contando, son totalmente verídicas, así fueron y así te las contamos:
Tabla de contenidos,
EL CASO DE LA CARTERA Y EL MÓVIL QUE QUERÍAN SER DANESES
Al llegar al hotel el móvil y la cartera se habían esfumado. Aquel día habíamos estado en Kronborg y en Frederiksborg y sus jardines. Así que pensamos que se podían haber caído en el jardín. Ni cortos ni perezosos volvimos y ya de noche con una linterna nos dedicamos a buscarlo por el jardín. Deben de caerse muchas cosas allí, porque no éramos los únicos en la rebusca. El cuadro era digno de “Eloisa está debajo de un almendro”. Yo no hacía más que llamar al móvil para que su sonido al menos nos guiase si estaba allí. De pronto, en una de esas llamadas me salió una voz en danés, como mi danés no es muy bueno, me costó entenderlo. Era el guardia del castillo de Kronborg. Tenía ambas cosas y estaba allí casi toda la noche. Bueno así que al castillo. Bastante impresionante de noche pero ¡Menos mal!
El GPS NOS LLEVA A OTRO LUGAR. LA CREATIVIDAD AL PODER
uno de los sitios que estaba planeado en Dinamarca ver era Egeskov. Está en la isla de Fionia, cerca de Funen Village. Programamos el GPS. Según nos desplazábamos veíamos el pedazo de atasco que había en el otro sentido. Pasamos el puente que hay entre Selandia y Fionia. De repente vimos otro puente. No puede ser ¿hemos vuelto hacia atrás? No puede ser el puente que une Fionia con Jutlandia, eso es que nos estamos alejando muchísimo. Pues si era. En un alarde de creatividad en Dinamarca hay dos Egeskov y nosotros nos dirigíamos al equivocado.
SUECIA: LA MALDICIÓN DEL APARCAMIENTO
Llegamos a Lund, para ver su catedral y comer por allí. No había ni un sitio para aparcar. Por fin encontramos uno con pago, sólo nos permitía estacionar 45 minutos. Fue imposible encontrar otro.
Nos dirigimos a Malmo. Nada. Al final vimos un sitio. Si, si de entre la maleza surgió un guardia para decirnos que ahí no se podía aparcar ¿?. Así que fuera. Conseguimos dejar el coche cerca del paseo marítimo. La señal de prohibido aparcar estaba detrás de unos árboles y no se veía así que no nos enteramos hasta el final.
DINAMARCA: EL VIAJE EN TAXI REALMENTE DIVERTIDO
Era el penúltimo día y teníamos que dejar el coche. Por supuesto, en el aeropuerto. Así lo hicimos. Salimos del aeropuerto por la puerta de llegadas. Decidimos coger un taxi. El taxista abre el maletero para dejar las imaginadas maletas y nosotros vamos y dejamos en medio, una botella de agua y un chubasquero. Le enseñamos a donde queríamos ir con una foto de internet de la sirenita. Encima eran como las 5 o 6 de la tarde. El hombre perplejo (y mira que los taxistas daneses son callados) no hacía más que mirarnos. Debía pensar que habíamos cogido un avión para ver sólo la sirenita, sin maletas ni nada. Al final nos empezó a preguntar si teníamos hotel, si sabíamos a dónde ir. Ja, ja…Finalmente se lo explicamos y ya se sonrió.
ESTRASBURGO (FRANCIA): EL ROBO DEL DNI
Si os roban el DNI antes de un viaje, y dais parte a la policía y posteriormente alguien encuentra la documentación y te la devuelve , no dejéis de pasar por la comisaria e informar. En nuestro viaje a Alsacia, llegamos al aeropuerto de Estrasburgo.
En el control de aduanas (pese a ser zona Schengen) saltaron las alarmas en la pantalla de la policía, yo sin entender lo que pasaba vi como retuvieron mi DNI y no me dejaban pasar, me dijeron que había un aviso de la Interpol de que era un DNI robado. Hacía unos meses que me robaron la cartera. No avisé que la encontraron y el DNI ahora no valía, tendría que haber obtenido uno nuevo. Realmente los gendarmes fueron muy amables. Con el pasaporte no tuve ningún problema.
EL LÍO DE LOS CAMAREROS EN ESTRASBURGO.
En este viaje nos acompañaron mi hijo y mi prima y su marido. Aquí viene el follón, mi prima y yo hablamos español y alemán, Jose español e inglés, mi hijo inglés y francés y el marido de mi prima inglés y alemán y entiende algo de español. Al principio todos muy formalitos nos entendíamos en inglés, pero al empezar a pasar los días y a fluir los vinos alsacianos, teníamos un batiburrillo de lenguas. Mi hijo medio inglés medio francés, el marido de mi prima ya hasta en español…. En fin, un fregado, en alguna ocasión los camareros nos preguntaron “perdonen los Srs. ¿Pero de donde son?”. Ya ni lo sabíamos.
LONDRES: ¿QUÉ HOTEL ES ESTE?
Aterrizamos en Heathrow. Nos hicimos un “carpe diem”, y cogimos uno de esos taxis típicamente ingleses. El taxi muy inglés y el taxista no se sabe de donde. Le dimos la tarjetita del hotel para que no hubiese errores. Si, si, nos dejó en otro hotel de la misma cadena. Por supuesto no volvimos a coger un taxi.
NORUEGA: EL CASO DEL BANCO ESPECIAL
Las fotos con bancos salen muy bonitas, así que nos pusimos delante de uno mirando como si hubiese algo, muertos de risa porque en realidad allí no había nada.
En eso pasó una pareja que se nos quedó mirando. ¿Habría algo allí que nos reíamos y mirábamos con tanto ahínco?. Ella, muerta de curiosidad, empezó a tirar de la mano de él para ver que había allí. El, debió de pensar ¡vaya locos! Y empujándola, se fueron. Aún desde lejos ella se volvía a mirar por si había algo.
NORUEGA: EL PUNTO SIN RETORNO
A nosotros nos pasó en Bergen. Pero ten cuidado en cualquier aeropuerto. Pasamos el control de policía. Nos separamos. Jose se fue a mirar algo y sin darse cuenta paso el punto de sin retorno que separan la parte de vuelos nacionales de los internacionales. Tuvo que pasar otra vez el control, menos mal que llevaba el billete en el móvil. Mientras, mi móvil apagado y yo sin enterarme.
NÁPOLES (ITALIA): NAVEGANDO A CAPRI. EL TIMO EN EL BARCO
Después de tantas veces que nos advirtieron….pasó. Si te quieren vender un tour al llegar a Capri en el barco asustándote por la cantidad de gente que hay. No lo cojas. No existe, te dan una pegatina para pegarse unas risas a tu costa.
NÁPOLES Y SUS TAXIS: EL EMPEÑO EN LLEVARNOS A POMPEYA.
Al coger un taxi en Nápoles, la mayoría no van a poner el taxímetro…para cobrarte lo que consideren oportuno. Todos te van a querer llevar de excursión a Pompeya al día siguiente, porque por supuesto son los mejores. Sígueles la corriente, diles que te den su teléfono para organizarte y llamarles o te timaran más todavía más por el recorrido (si, asúmelo, te van a timar).
NÁPOLES: DESCUBRIMOS LA PARTE OCULTA DE POMPEYA
En Pompeya uno de los vigilantes se ofreció y nos paseó a cambio de un módico donativo por todas las excavaciones que no estaban abiertas al público. Hasta tenía expuestos los tipos de piedras volcánica que cayeron durante las erupciones del Vesubio. Eso sí fue un tour bien organizado.
NÁPOLES: EL DOMINGO A COMER EN CASA DE LA MAMMA.
En Italia, los domingos por la tarde se queda todo como si hubiese caído una bomba nuclear, desierto. ¡Todos a comer a casa de la mamma!
Subimos por la mañana en el funicular para ver el convento de S. Martino y su mirador. Al querer bajar, no había funicular, lo cierran al medio día. No hay autobuses, ni taxis, ni patinetes, ni gente, nada. Al menos zombies tampoco. Sólo un montón de escaleras para bajar a la ciudad.
MÉRIDA (EXTREMADURA. ESPAÑA): UN DESPISTE
¿Alguna vez habéis llegado al hotel un día antes?. Nosotros si, menos mal que había sitio.
SICILIA (ITALIA): EL TAXISTA TODO PODEROSO
En Palermo alquilamos un taxi por horas para que nos llevase a algunos a los sitios turísticos y no tan turísticos de esa ciudad. El chófer era encantador. La verdad es que no sabemos quién era por que entraba y paraba enfrente de los sitios, aunque estuviese prohibido y allí nos esperabas mientras hacíamos nuestra visita. Los policías venían a saludarle. Una maravilla ¿?.
SICILIA: ITALIA Y EL FUTBOL.
Coincidió que España eliminó a Italia de la copa de Europa. Al día siguiente cogíamos el avión. El aeropuerto de Palermo es muy pequeñito. No había nadie en el arco de control de la policía. Preguntamos ¿hay alguien? Oyeron que éramos ¡spagnolo!….los policías aparecieron por doquier. ¿Qué pasaba? ¿Habíamos hecho algo? ¡¡Nos hicieron el pasillo aplaudiendo!!. ¡Verídico totalmente!
ROMA. EL PARQUE DE LOS APLASTADOS.
Quien haya estado en Roma en verano me comprenderá. Andando todo el día con un calor terrible, llegamos a un parque con unos bancos cómodos y mullidos (bueno, eso nos parecieron pese a ser de granito). Nos tiramos encima de ellos. ¡No éramos los únicos!. Todos los turistas aplastados encima de los bancos de piedra en un parque, mientras, pasaban por la calle varios coches de carroza, con parejas vestidos con sus trajes de boda. ¡Qué escena!
SORIA (ESPAÑA): EL CAÑÓN DEL MIEDO.
Llegamos al cañón del río lobos lloviendo y ya tarde. Anduvimos hasta la ermita templaria y las cuevas de “los aquelarres”. Cuando quisimos volver, no había ni un alma, llovía y se hacía de noche. Solo se oían las gotas y las piedrecitas del camino. Cuando llegamos al coche, éste estaba solo en medio del aparcamiento y la noche cayendo. Que miedo pasé, ¿estaría la barrera del parque abierta?. Lo estaba. Respiré.
FÁTIMA (PORTUGAL): LA GRAN LLAMARADA .
Puedes dejar una vela encendida en la iglesia como en casi todas. Pero aquí no es una velita, es un pedazo de cirio que hay que colocar en una especie de parrillas-barbacoa cerca de la entrada al templo. Como no hay quien las deposite bien en el sito previsto, si no eres propietario de un traje de aproximación al fuego, se caen por toda la pira en llamas (las nuestras se cayeron por supuesto), y salen unas llamaradas que te pasas. No sé como no hay extintores.
LA DESAPARICIÓN DEL RELOJ EN LA CINTA DEL CONTROL DEL AEROPUERTO
Al pasar el arco de seguridad en el aeropuerto, y en donde te tienes casi que desnudar y ponerlo todo en las bandejitas pasamos y ¡sorpresa! El reloj desapareció. Pensamos reportar el extraño caso del reloj fantasma a Cuarto Milenio pero el tiempo para coger el avión nos apremiaba.
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